En esta ocasión, nos hemos decantado por la zona de Javalambre...
Hicimos centro de operaciones el hotel Duque de Calabria en Manzanera..
El alojamiento, ha superado con creces nuestras expectativas, tanto en la relación calidad / precio, como en la oferta gastronómica y la excelencia de sus habitaciones y la amabilidad de sus dueños..
Os dejo un enlace por si queréis ir
Nada más llegar, nos dispusimos a realizar la primera ruta...
Se trataba de ir a la aldea del Paul, y desde allí, visitar la Sima del mismo nombre...
La aldea, completamente desierta, nos sirvió de aparcamiento...
El sol ya apretaba cuando emprendimos el duro ascenso por pista, que nos llevó tras sudores y calores al emplazamiento de la enorme sima..
Se trata de una torca, casi circular y de bastantes metros de profundidad..
Sin embargo, han puesto la valla tan lejos del borde, que se dificulta bastante la observación del fondo..
De la enormidad del la torca, dan idea las fotos..
¡ Sí !, esos tan pequeños son los compis...
De nuevo, regreso al camino, y con más calor que antes, llegamos de nuevo a la aldea.
Afortunadamente, la aproximación la hicimos en coche y nos ahorramos unos cuantos kms que nos hubieran reventado ...
La comida, al momento de llegada al hotel, nos fue reconciliando con los calores y tras una siesta, emprendimos la segunda ruta del día...
Se trataba de llegar a Arcos de las Salinas para visitar el complejo antiguo de la obtención de la sal..
El camino, en teoría, era fácil..
Una pista de tierra que en 10 minutos nos llevaría a destino..
Pero...
Resulta que había una romería en una ermita por los alrededores y ..nos fuimos encontrando de cara montón de coches que ellos y nosotros no cabíamos en el estrecho camino..
Maniobras por aquí...maniobras por allá..paradas, recules..
Al final, tuvimos que dejar los coches en una era llena de estiércol y llegarnos a las salinas andando..
Haciendo caso omiso del cartel y barrera que indicaban que entrábamos en propiedad privada, llegamos por fín al salinar..
En tiempos fue un negocio floreciente, que proporcionaba pingües beneficios a sus propietarios..
Sin embargo, el abaratamiento de la sal de Torrevieja puso fin al negocio..
Las instalaciones presentan hoy, casi ruina total, tal como podéis observar en las fotos..
Para acercarnos a poder ver las instalaciones, recabamos el permiso a una pareja que estaba allí rehaciendo unos muros..
Resultaron que eran hijos del propietario y nos concedieron el poder pasar..
La ermita de los Dolores
la Casa señorial del administrador
El pozo de extracción del agua salida con su noria
Las balsas de evaporación del agua y obtención de la
sal..
Nos dijeron que su intención es poder restauran las antiguas salinas y edificios y para ello habían constituido una fundación..
Os adjunto el enlace a su web
El regreso...ya sin coches ni atascos, nos llevó hasta Arcos de las Salinas, cuyo conjunto urbano antiguo y decadente, visitamos guiados por nuestro amigo Pepe quien fue rememorando su estancia en el pueblo en su niñez..
Portal de Teruel
La iglesia de la Asunción..
El regreso al hotel, la cena para algunos, y el fútbol para otros, puso fin a una completa jornada..
Teníamos concertado el desayuno a las 8.30.. Hacer constar que fue magnífico , del tipo buffet libre..
La última ruta de la jornada, fue el recorrido entre el balneario del Paraiso y la fuente del Gavilán.
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pensaba que iría todo el trayecto junto al río, pero no..
Era una itinerario que iba uniendo las diferentes fuentes del término..
El camino...convertido después en senda, nos acercó a la Fuente de las Especias..
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Después a la del Cañuelo
Y finalmente a la del Gavilán..
Hacer constar que el trayecto final hasta el Gavilán lo hice por la carretera..
Fue buena idea, pues la senda era bastante difícil y uno no está ya para esos trotes.
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Previendo que el regreso al balneario sería difícil opté por hacerlo de nuevo por la carretera y...
¡¡¡ LAUDA DE AGRADECIMIENTO !!!
A nuestro amigo Eugenio que...motivado por nobles sentimientos de compañerismo, cuando llegó a su coche...habían decidido regresar ...
volvíó a recogernos a un trío que agradecimos en lo que vale, su generosa acción...
Claro..regresando en coche...tuvimos tiempo de sobra, para visitar las instalaciones del balneario, lo que nos sirvió de agradable descanso...
Cada mochuelo a su olivo... dando fin a un muy agradable fin de semana...