sábado, 25 de mayo de 2019

Por el Jinquer...silencios

Hoy nos tocaba una de las rutas del tema "PAISAJES EN LA MEMORIA", en este caso, el despoblado del Jinquer, en pleno corazón del Espadán...



El día amenazaba lluvia, pero inasequibles al desaliento, emprendimos la marcha de 10 kms ida y vuelta que nos llevarían al pueblo abandonado en el tiempo del Jinquer..



Fue una alquería árabe que estuvo habitada por musulmanes desde los tiempos de la Conquista de Jaime I, hasta la expulsión de los moriscos en  la mitad del siglo XVII...



Posteriormente fue repoblada por  cristianos, hasta que en la guerra civil española, fueron evacuados sus habitantes por la proximidad al frente de batalla..



El camino lo hicimos...de acuerdo a las nuevas circunstancias, por una tranquila pista que nos llevó remontando el río Veo, hasta las proximidades del caserio...

LOS SILENCIOS DEL JINQUER
Llegar a sus proximidades, es entrar en el reino del silencio..



¿ Acaso estamos oyendo los sonidos propios de un caserío?



No...Silencio

 ¿ En las calles vislumbramos el paso tranquilo de los ancianos ?



No..silencio
¿ Las mozas del pueblo ríen junto a la fuente?



No...silencio

¿ Los niños alborotan al salir de la pequeña mezquita después de la clase de árabe?



No...silencio
 ¿ Vemos a ,los hombres, regresar contentos de la recogida de las olivas?



No...silencio
Escuchamos el redoblar de tambor de los alguaciles del Rey, ordenando la expulsión?


No...silencio

Nos conmueven las lágrimas de los que emprenden el camino  por el que nunca volverán a sus casas?



Sí...silencio

Y estos silencios, contrastan con el magnífico paisaje que tenemos a nuestra vista...

La Naturaleza exuberante que va invadiendo lo que fueron casas, calles y pajares..
La triste capilla que usurpó la antigua mezquita...



  ¡¡¡ Paisaje de la memoria !!!

Y para memoria, la ayuda de las nuevas tecnologías que...código Q explicativo, nos ofrece vía Internet, la historia...todavía viva a pesar de todo... de este entrañable lugar...



El regreso, tranquilo, sin lluvia...nos llevó de regreso al pueblo,  y de allí a Ain, 



donde  los cinco participantes de la ruta,  pudimos disfrutar de una agradable comida y sobremesa...
Adioses y cada mochuelo a su olivo....