Cuando queremos refrescar una bebida, abrimos el frigo y tomamos unos cubitos de hielo..
.Lo que parece tan sencillo, en otros tiempos antiguos, significaba toda una sucesión de oficios...tareas ingratas y sueldos de miseria...
Esto ocurría a no mucha distancia de nuestra ciudad, allá en los confines altos ..en la Bellida..
Y allí es donde hoy hemos tenido la oportunidad de hacer una ruta etnográfica..."El comercio de la nieve"...
Tengo que decir que debido al pavoroso incendio del año pasado, la zona está , no solo desprovista de vegetación, sino que allí han quedado los restos carbonizados de tantos y tanto árboles..
Dimos comienzo a la ruta, visitando el único nevero natural..la Cueva Sabuquera, profunda dolina que se aprovechaba para almacenar la nieve..Aquí el efecto del incendio era mucho más patente...
Pero..hoy el propósito era otro...conocer el conjunto de pozos de nieve, más importante de todo el Mediterráneo...y que conste que no peco de chauvinismo...
En tiempos, llegaron a haber bastantes decenas de ellos...unos más grandes...otros más pequeños...
Muchos de ellos desaparecieron en la guerra civil, pues al estar establecida allí la linea del frente, sus piedras fueron utilizadas para construir refugios y trincheras, de las que todavía podemos ver sus restos...
La cumbre de la Bellida, se nos ha convertido hoy en una atalaya impresionante...
desde este incomparable mirador teníamos a vista. varias provincias...
Castellón con el Peñagolosa al frente
Alicante con el Montgó surgiendo de la bruma
Teruel con Javalambre
Cuenca con Pico Ranera en la distancia mostrando su afilado perfil
Valencia con la plana y sus edificios en la distancia
Albacete con un muy difuminado Puntal de Meca
Y el Mediterráneo con su horizonte azul, confundiéndose con el del cielo
¿Se puede pedir más?
Empezamos a recorrer la zona en busca de los primeros ventisqueros...la suavidad de las lomas, nos permitía ir campo a través, buscando la comodidad de las lazadas en los desniveles más extremos..
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Uno, otro, otro....los diferentes pozos de nieve nos indicaban lo pesado que tenía que ser la recogida de la nieve para las personas que...hombres, mujeres y hasta niños...acudían al reclamo de unos ralos jornales..
La nieve que convertida en hielo se llevaba hasta Valencia con carros y caballerías en jornadas nocturnas y servía básicamente como remedio para bajar las fiebres, aunque los más pudientes, la compraban a buen precio para la elaboración de helados y conservación de alimentos...
Daba cosa pensar en que para las bajas temperatura invernales de esta sierra, esas pobres personas no tenían Goretex, ni botas de montaña...quizás alpargatas y alguna manta o toquilla...
Nuestro destino de almuerzo, era el vértice geodésico con sus antenas pero lo han vallado y además, la fuerza del viento nos impulsó a buscar refugio en la cantera que proveía a los neveros de sus bloques de piedra..
Aunque la foto indique lo contrario...el almuerzo fue amigable...no estábamos reñidos...era que cada cual buscó la mejor piedra para sentarse...
Reparadas las fuerzas tomamos las marcas del GR-10 como referencia y nos dirigimos al plato fuerte de la ruta.."El ventisquero de los frailes"...
Es una inmensa construcción que servía para almacenar una gran cantidad de hielo para su comercialización..
El nombre le viene de sus propietarios, los frailes de la cartuja de PortaCoeli, que todos los años sacaban a subasta el aprovechamiento del mismo...Si nevaba y se llenaba, el contratista y los frailes, ganaban..si no nevaba, los únicos que ganaban, eran los frailes...
Da pena el ver que no hay ninguna tarea de mantenimiento de esta exponente de nuestra cultura que son los ventisqueros...¡ tanto dinero que se gasta en tantas cosas inútiles!...
Costó encontrar la piedra que tiene grabada la fecha de construcción del ventisquero...la Naturaleza va creciendo y un enebro la tapaba...
El regreso a los coches fue más suave y retomamos la buena costumbre de finalizar la ruta con unas cervezas en un solitario bar de Sacañet...
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