¡ Guauuuuuuu,..me llaman Baloo!...
¡ Y hoy, me han sacado al campo!...
Como podéis imaginar, desde que me enteré, saltaba de contento...el campo...olores...plantas..suelto...¡ libertad!..
Las cuatro gotas que caían sobre la ciudad, estuvieron a punto de malograr la salida...¡ al final no!...
Cómodamente instalado en el coche, me llevaron hacia la Calderona, concretamente a Marines viejo.
Una vez allí, enfilamos las pendientes calles y llegamos al primer pasaje de la memoria que encontraríamos a lo largo de la ruta...
Oí que decían..."Entre el 13 y 14 de octubre de 1957, las intensas lluvias que cayeron en la zona provocaron un gran alud de piedras que destruyeron bastantes casas en la parte alta del pueblo dejando seis personas muertas..."
Allí siguen las casas, marcando con su triste presencia, el recuerdo y la memoria de una desgracia...
Yo estaba impaciente por seguir monte arriba y siguiendo unas rayas blancas y amarillas, empezamos la ruta..
Noté que en muchos sitios, no caminábamos por tierra sino por firmes empedrados que hacían más fácil la subida...
Eran los restos de los caminos moriscos que recorrían todos los poblados moriscos de la época...segunda pasaje de la memoria...
¡ Cuánto trabajo para hacerlos!...y en los días que no tendrían tareas o que lloviera...
Yo no paraba de ir delante, volver atrás..controlando que ninguno se despistara...
Llegamos por fin al collado y una vez en la pista, la tomamos a la derecha buscando el paraje de L' Olla...
La pista se hizo un pelín larga, sobre todo porque el personal se entretenía de vez en cuando..
Que si una cabaña de pastor por aquí...hubo quien lo acertó..¡ hay alumnos aventajados!
Al final llegamos a la torre de La Olla...restos de una antigua alquería árabe que fue habitada por los moriscos hasta su expulsión...tercer pasaje de la memoria...
Por allí se veían los restos de las casas que formaban parte del poblado, y allá a lo lejos, vimos el castillo del Real....fortaleza inexpugnable en lo alto de un risco..
¡ Por fin, la hora del almuerzo!..
Buscamos un sitio soleado y protegido del viento y cada cual se puso a comer de los suyo...
Yo buscaba...siguiendo el olorcillo...los bocatas del personal ..pero ¡ no!..me pusieron las aburridas bolas del pienso y por más que hacia gracietas, no me daban nada...bueno algún trocete de pan..
No contentos con lo andado, el guía sugirió una extensión de la ruta y allá que nos fuimos a lo que él llamaba "El corazón de la Calderona"...
La verdad es que es un lugar magnífico...una estrecha y un tanto aérea senda, nos llevó al manantial del que se surtían de agua en el poblado morisco...
Los paredones de rodeno..la abundante vegetación..el rumor del agua abundante, todo ello hace del lugar un paraiso...
Al oir un grito, seguido de unas risas, volvía atrás y pude contemplar el espectáculo de una caida..nada terrible pero que demandó ayuda del personal...¡Hay que ir con cuidado humanos!
El regreso..relajado y tranquilo, nos llevó a desandar el camino hasta el inicio de ruta...
¡ Se acabo lo bueno!..de nuevo, al coche, a la correa, a la rutina del paseo diario..
Espero que el personal haya disfrutado tanto como yo de un magnífico día de campo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario